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Villaharta un punto blanco entre una oleada selvática morena

Al pie del cerro de La Solana, se encuentra,  la blanca Villaharta. Surgió probablemente en el siglo XV. En 1495, los Reyes Católicos facultaron a Fernando Páez de Castillejo para fundar un mayorazgo a favor de su hijo Francisco en sus propiedades, que sería la base del término municipal.

 

El paisaje agreste que lea rodea y la situación de la villa hace que Villaharta posea una belleza tan propia como natural. Acertadamente hay quien la ha denominado la “novia del monte”. Es interesante observar como por lo bello de su paisaje y el entorno natural donde se ubica, la localidad se ha convertido paulatinamente en un lugar de segunda residencia, pero esta configuración se está haciendo con un perfecto respecto al medio natural donde se circunscribe, no alterando en nada su belleza y hábitat.

 

Compartiendo término municipal con la vecina Espiel podemos contemplar un conjunto de manantiales con propiedades medicinales que en su tiempo fueron un boyante y fructífero balneario. Este es el antiguo “Balneario de Fuente Agria”.

 

En el valle del arroyo de las Navas del Molero se sitúa este antiguo balneario también conocido como el “Balneario de Santa Elisa”. Quedan aún presentes las ruinas del gran hotel y del quiosco clásico que cubre el manantial de aguas ferruginosas.

Sus aguas bicarbonatadas, sódicas, ferruginosas, carbónicas o magnéticas fueron utilizadas durante décadas para el tratamiento de diferentes males y enfermedades.

Villaharta siempre adornada de lirios, de tomillo y de romero, despliega la gala de sus fiestas, multicolores, en aras del seráfico Arcángel San Rafael que la protege.

Villaharta aparece con su etimología trasmudada de hartura en lugar de altura, allá arriba en el balcón de la meseta, abriendo el paso a las recuas de Pozoblanco por las faldas de la Chimorra. Un pueblo de alba silueta que domina sobre los ríos, el Guadalbarbo y el Guadiato, mientras el Cuzna abre gargantas a su espalda.

 

Esta tierra encaramada, estos valles amplios y frescos, estos picachos que jalonan los hondos ríos serranos, es un paisaje de majestad y encanto imponente. Villaharta corona esta sierra y ella es coronada por el ángel Tobías y por el Arcángel San Rafael cuando en estos días se oyen por los valles los ecos de sus campanas, así es Villaharta la más Serrana.

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